HISTORIAS DEL BAJO VIENTRE

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miércoles, 29 de diciembre de 2010


Este es el resultado de " Quitar"

jueves, 16 de diciembre de 2010

LA COLEGIALA

LA COLEGIALA

Al salir del colegio no tenía ganas de preparar el examen del día siguiente. Entró en una cafetería y se pidió un pacharán.

- ¿Qué edad tienes?

- 18 recién cumplidos.

El camarero, que era el dueño, pensó en la crisis. Fue en busca de la botella.

Dos mesas ocupadas además de la de la colegiala. En una un cliente habitual. En la otra, el poeta de las gafas de culo de vaso, bebiéndose la inspiración.

A la hora de pagar la colegiala miró al camarero propietario, sonriéndole

- No tengo dinero.

- ¿Entonces?

- Te dejo que me mires las bragas debajo de la mesa.

- ¿Cuánto?

- Un minuto.

- ¿Puedo tocar?

- Si me sirves otro antes.

De nuevo, fue en busca de la botella. Le sirvió otro y se metió debajo de la mesa.

- Tiempo.

- ¿Ya?

- Sí, ya.

El hombre salió de debajo de la mesa.

La colegiala se bebió lo que quedaba de un golpe. Se levantó y se fue sin despedirse.

El poeta concluyó el poema. Pagó y se marchó olvidando un folio medio arrugado. En él había escrito: "Ayer supe que mi hija ha heredado la afición por beber, y no me había enterado. Rima consonante. ¡ Qué le vamos a hacer! "


Madrid, 15 de Diciembre de 2010

NOTA DEL AUTOR
Microrrelato ganador del premio al mejor microrrelato de la semana de Los Diablos Azules.
Escrito en el bar con un tiempo máximo de 10 minutos y obligando a incluir la frase: “ y no me había enterado”.
El texto no ha sido corregido posteriormente.

YA SOY UN AUTOR PREMIADO

Queridas amigos:

Me complace comunicaros que ya soy un autor premiado.

He sido galardonado con el premio al mejor micro relato de la semana de Los Diablos Azules.

Por fin mi currículum literario puede presumir de un galardón.

Tal es la emoción que me embarga que estoy a punto de beberme el premio: Una botella de tinto Ribera del Duero cuya etiqueta reza:

El tamaño sí que importa

Jam sessión de minificción

Premio al Mejor microrrelato de la Semana

Diablos Azules

Como sé que estáis enormemente interesados en los detalles del premio, os comunicaré que es Tempranillo 100%, Fermentación 28 °C, Maceración 12 días, y que contiene sulfitos.

El concurso tuvo lugar en el bar Los Diablos Azules, coordinado por Carlos Salem y con Nicolás Melini como jurado único.

Te daban una frase y en 10 minutos había que escribir un micro relato que la contuviera. A continuación subíamos al escenario y lo leíamos.

Ante la durísima competencia de cinco concursantes más, el que suscribe se alzó con el primer premio gracias a un micro relato titulado "La colegiala" que me encantaría compartir con vosotros, pero que no lo hago para evitaros la tentación de plagio cara a una apuesta por caballo ganador en futuras competiciones literarias (la auténtica razón es que no me permite copiarlo esta entrada por más que lo intento).

La cosa va de lolitas, bragas, camareros y poetas cegatos. Nada nuevo conociendo la mente enfermiza de éste vuestro amigo.

He decidido no corregir el micro relato para conservarlo en el estado de pureza con el que obtuvo la gloria literaria.

Os dejo porque me reclaman los Dioses del Olimpo.

Ah, por supuesto, podéis seguir tuteándome.

Los Dioses honorarios somos así de generosos.

jueves, 2 de diciembre de 2010

QUITAR O NO QUITAR

Un gran dilema vital me tiene en ascuas: ¿ Me quito o no me quito el bigote?

Puede que a alguno le parezca un detalle de superficialidad el preocuparse por algo así en los tiempos que corren, pero uno no es dueño de sus preocupaciones sino esclavo de ellas, y, puestos a preocuparse, es menos corrosivo hacerlo por algo, aparentemente, intrascendente.

Aparentemente nada más, pues las cuestiones ligadas a la apariencia son sumamente trascendentes en la sociedad de la imagen y en un mundo en el que predominan los que se mueven en sistemas representativos visuales (PNL).

A mayor abundamiento, cuando se está a punto de entrar en la sexta edad, la decisión cobra una importancia extrema: O me hago una extensión de pene o procedo a una eliminación de bigote.

Como la extensión está muy conectada a la proximidad de elementos estimulantes, si la desaparición del bigote provoca un mayor índice de "proximidades" habré matado dos pájaros de un tiro, pues sabido es que las extensiones son más factibles si no hay preocupaciones.

No obstante, el suicidio piloso labial tiene unas consecuencias que hay que valorar. A partir de ese momento dejaré de ser yo, con todo lo que ello implica.

Mi padre llevaba bigote y, más o menos, hacia los 21 o 22 decidí seguir sus pasos y parecerme físicamente a él, ya que psíquicamente era muy distinto. Actualmente, cada vez que me cruzo con una señora que le conoció, escucho: "No sabes la impresión que me da verte, pues parece que tengo delante a tu padre". Aunque ello me hace preguntarme si yo soy yo o mi padre, y si fuera esto último, tal vez habría llegado el momento de empezar a ser físicamente yo.

¿Por qué me planteo quitarme el bigote?: Las canas.
Es en este espacio natural donde empiezan a mostrarse con más profusión, anunciando que soy lo que soy, y no lo que aparento. Tampoco es que aparente ser de la cuarta edad, pero parece que sí estar a mediados de la quinta.

Además, el bigote ya no se lleva. Si a muchos de nosotros nos gusta besar labios sin interferencias pilosas, justo es que a ellas tampoco se les pongan trabas. Cada vez son más las mujeres que se resisten a los bigotes, no sé si por asociaciones golpistas o metrosexuales.

No me extiendo más. Si alguno quiere darme su consejo sobre tan esencial decisión, mi agradecimiento será...de bigotes.